Vistas de página en total

Secciones

viernes, 21 de noviembre de 2014

0 Último aliento

Otra vez igual, ante ti, de rodillas, suplicando que me perdones.
Pero esta vez es diferente, esta vez de verdad no quería, quizá en el fondo nunca quise...
Y aún así veo tus ojos clavados en los míos, pidiéndome explicaciones, gritando "¿¡Por qué!?" a través de sus pupilas mientras es tu boca la que me observa, entreabierta ante lo inesperado pero sin fuerzas para abrirse más y gritar.
Pero, ¿qué podría responderte?
El único motivo para hacerlo fue precisamente la falta de motivos para evitarlo.
Lo se, se que es una pésima excusa, que si fuera así todos lo harían, pero me temo que ya no hay vuelta atrás. Tiré el móvil al retrete para evitar tentaciones y nunca he tenido teléfono fijo. No hay nadie a quien acudir, solo queda perderme en tus ojos hasta que se apaguen.
¿Pero por qué te sientes así? ¿Qué vas a echar de menos?
No tenías a nadie, no tenías presente y ahora no tendrás futuro, solo me tenías a mí y nunca fui suficiente, nunca pude hacer nada por ti, nada para salvarte mientras te hundías en la más absoluta miseria.
Por eso en lo más profundo se que esto es lo mejor que he podido hacer por ti.
Te estoy liberando de toda esa mierda que te rodeaba y, aunque me duele ver como tus ojos pierden su brillo, me alegro por ello.
Veo una última sonrisa en tus labios rodeados de lágrimas, son hermosos, nunca me había fijado en ellos.
Ahora tus ojos se han cerrado haciéndome perder el mundo de vista, perderte a ti, perder mi reflejo...

Este blog se encuentra inactivo, ya que se ha mudado esta página.
 
© 2014 Mel Köiv Todos los derechos reservados 

domingo, 9 de noviembre de 2014

0 Libertad

Subir, subir ahí arriba, a la cima más alta o incluso la más baja, da igual, no hay nadie más sobre mí, solo aves, aves enormes.
Y gritar.
Gritar: ¡SOY LIBRE!
Solo por un minuto o solo por una hora, pero soy libre.
No estoy bajo vuestros focos, ni siquiera al alcance de vuestra vista, y eso sin estar entre cuatro paredes, sino bajo un cielo anunciando lluvia que aguanta y la retiene pacientemente por mí.
Y que abre paso entre sus nubes para mostrarme que incluso el día más gris esconde algo hermoso.
Dios... Libertad.
Se que no existe, que solo es una fantasía, pero ¿y qué?
¿Qué norma nos impide disfrutar de las fantasías de nuestra mente? ¿Qué retorcida mente prefiere evitar fantasías a regocijarse en ellas?
¿Qué sería de nuestra vida sin ilusiones?
¿Qué sería de nosotros sin, al menos, un minuto de libertad?
Nos volveríamos locos. O peor aún, demasiado cuerdos.


Este blog se encuentra inactivo, ya que se ha mudado esta página.

© 2014 Mel Köiv. Todos los derechos reservados.
 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

1 Tiempo perdido

Me encantaría saber quien ha hecho esa foto.
Sinceramente al mirarla me veo a mí, a mi con... ¿7 años? ¿11? No se, todos los niños me parecen iguales.
¿No es preciosa? A mí al menos me lo parece. Al igual que yo lo era, pero entonces no tenía ni idea.
Yo tenía el mismo pelo, el mismo cuerpo y, ¿como olvidarlo?, la misma barriga.
La recuerdo perfectamente, no me gustaba nada de mí, pero aun menos esa asquerosa bola de grasa que tenía por epicentro, el sol de mi vía láctea. Enorme, redonda y captando miradas.
Y ahora veo esta foto. Realmente era como ella, cuando me sentaba, mi barriga también se dividía  exactactamente en tres.
Y evidentemente no la veo fea, no la veo gorda, su barriguilla me parece una hermosura y a la par graciosa.
No se cuantas veces sostuve mi barriga entre mis manos pensando que cantidad de carne sobraba, no se cuantas veces se me pasó por la cabeza incluso cortarla "¿Qué más da? si lo hago al médico no le quedaría mas remedio que coserla, hasta podría pedirle de paso que si puede sacarme mas grasa, ya que esta abierta".
Sí, pensaba eso. Creo que lo pensaba cada día de mi maldita existencia.
Si hubiera algo en mi mano que pudiera hacer para recuperar todos aquellos días...
El pasado no vuelve, todos lo sabemos, pero los niños no nos paramos a pensar en eso, no meditamos, no reflexionamos, tampoco sabemos el mundo que hay haya afuera, lejos de los insultos de los compañeros. Solo sabemos lo que vemos y nos rodea.
Y si lo que te rodea es odio y asco a tu cuerpo, piensas que debe haber un motivo, te lo crees y, años después, descubres que has pasado tu vida estando muerta por dentro.




Este blog se encuentra inactivo, ya que se ha mudado esta página.
© 2014 Mel Köiv. Todos los derechos reservados.
 

Entradas populares

Seguidores

 

On My Own Copyright © 2011 - |- Template created by O Pregador - |- Powered by Blogger Templates