
Vi mejor resubirlo que editarlo, espero que os guste.
Al
despertar no pude abrir los ojos. Intenté
gritar pero no conseguía más que emitir unos gruñidos débiles interrumpidos por tos
seca. Una mordaza cubría mi
boca y un fuerte olor me asfixiaba y raía mi garganta. No tardé en darme cuenta de que se
trataba de algún
desinfectante, amoniaco o cualquier otro producto fuerte de limpieza.
Por
un momento pensé que alguien me estaba gastando una broma de mal
gusto, pero según
pasaban las horas la idea se hacía más remota.
No sabía si era de día o de noche, el ambiente estaba
cargado y húmedo. Y el no saber por qué estaba ahí ni qué querían...