
1, 2, 3...
Los golpes venían por todas partes.
- ¿Cuántas veces te he dicho que no salgas con la zorra de tu amiga? - Me gritó. Sabía que ella quería que le dejara.
7, 8, 9...
Permanecí en silencio.
No quería hacerle enfadar más.
13, 14... perdí la cuenta
En mi cabeza resonaban los gritos que continuaba dando.
- Ahora vete a la puta cama, de dónde no deberías ni salir si no es para hacer algo útil. Y desnúdate, de hoy no pasa que te eche un polvo. Joder, ¿cuánto hace ya que no follamos?
Madre mía... ¿Se oirá todo esto desde la casa de mis vecinas? No quiero que Marina oiga esto...
Llevo semanas intentando convencerla de que últimamente Luis...